OnlyFans: cómo funciona y qué hay detrás de la red social más polémica

¿Es la plataforma una herramienta empoderadora o mercantiliza el cuerpo de las mujeres? ¿Cuánto se puede ganar con ella? Despejamos todas las dudas sobre la controvertida red social.


    Aunque OnlyFans nació en 2016, fue durante la pandemia cuando alcanzó su momento de gloria. El consumo de porno durante el confinamiento aumentó y miles de personas encontraron en los vídeos de contenido sexual una forma de mantener su situación financiera a flote. Por más que la propia plataforma se empeñe en repetir encarecidamente que no se trata de una herramienta de suscripción de únicamente contenido sexual, (“OnlyFans es la plataforma social que revoluciona las conexiones entre creadores y fans. El sitio incluye artistas y creadores de contenido de todos los géneros y les permite monetizar su contenido mientras desarrollan relaciones auténticas con su base de fans”, explican), lo cierto es que es el contenido de alto voltaje el que prima en su universo.

    "Me desnudo porque me encanta hacerlo y porque estoy contenta con mi sexualidad y mi desnudez"

    De hecho, figuras como Natalia Lozano han confesado que esta red social se ha convertido en una fuente de ingresos muy sugerente. En el programa ‘Las uñas’, de Sindy Takanashi, la influencer explicó que ese mes había ganado 6.000 euros. Confesó que en muchas ocasiones le han ofrecido ofertas más allá de lo virtual. “Creo que tiene un trasfondo turbio. No le veo la diferencia con la pornografía o con el trabajo sexual”, reflexionó Sindy.“OnlyFans tiene contenido que no subo a Instagram y es una aplicación de pago. Estoy transmitiendo el mensaje de que hago lo que me da la gana. Me desnudo porque me encanta hacerlo y porque estoy contenta con mi sexualidad y mi desnudez”, dijo Natalia Lozano.

    Más que sexo... ¿O no?

    “Hay muchas parejas y me han pedido ropa interior para ponérsela, él y ella. Si puede ser, mejor usada", explicó por su parte Daniela Blume en ‘Sálvame’. "Esta plataforma es como todo, cualquiera le puede dar un uso personal. En mi caso es como mi novio, si te suscribes, recibes lo que vería mi pareja. Es como un confesionario, como un súper de 'GH', pero sexual. Mis límites van surgiendo de forma natural", dijo la presentadora, que confiesa que un día ganó 20.000 euros. El tres de abril de 2020 anunció en sus redes que se había unido a la plataforma. “Ale, ha sucedido. Estoy en OnlyFans y Dios, me está gustando mucho vivir en la no censura, se siente deliciosa esta nueva experiencia en mí”, escribió entonces.

    "El objetivo era crear un sitio donde los creadores monetizaran su contenido sin anunciantes"

    Sin embargo, la visión del empresario británico Tim Stokely, fundador de OnlyFans, era, al parecer, completamente diferente. “Su cometido era desarrollar un sitio donde los creadores pudieran monetizar su contenido sin anunciantes. Él y su equipo técnico dieron vida a esta visión. Desde entonces, OnlyFans ha crecido hasta convertirse en parte del espíritu cultural que acepta creadores de todos los géneros. El comienzo de 2020 trajo consigo un aumento significativo en el crecimiento de creadores y fanáticos. Beyoncé nombró a OnlyFans en el "Savage Remix" consolidando su importancia como una de las principales plataformas sociales. OnlyFans sigue creciendo internacionalmente y siendo un hogar acogedor para los creadores y sus fans”, explica con orgullo la plataforma.

    "OnlyFans reproduce el mismo patrón de hipersexualización y de comercialización de los cuerpos"

    Rosa Navarro, sexóloga de la marca erótica Diversual, cree que el uso de plataformas como OnlyFans sigue transmitiendo y perpetuando identificar la sexualidad con el deseo masculino, porque son los hombres los que compran y usan cuerpos para satisfacerse. Eso sigue alimentando la idea de que la sexualidad y el deseo de los hombres y mujeres es distinto, y por tanto hay que aplicarles a ambos, normas distintas".

    onlyfans
    Qué es OnlyFans
    Klaus VedfeltGetty Images

    "Al final, OnlyFans viene a reproducir el mismo patrón de hipersexualización y de comercialización de los cuerpos de mujeres, pero disfrazado de falsa libertad. Si se puede comprar y vender, es que es una mercancía. Si hay alguien que la paga, tiene un precio. Y no, en nuestras vidas no todo puede tener un precio, hay derechos fundamentales que deben garantizarse; pero dentro de ellos, no puede estar la explotación sexual de alguien, se pague lo que se pague. Por eso, vender tu cuerpo no se puede entender como empoderamiento, sino como otra forma más de desigualdad, de explotación sexual”, opina.

    Money, money, money

    Sin duda OnlyFans es una de las start-ups tecnológicas más rentables de los últimos años. En 2021, las cuentas de la empresa indicaron que en tan sólo un año, los beneficios habían aumentado un 615 % hasta alcanzar los 432 millones de dólares. Quienes suben su contenido se llevan el 80 % del dinero obtenido. Teniendo en cuenta que como asegura Shira Tarrant en ‘La industria del porno: lo que todo el mundo ha de saber’, la mayoría del contenido sexual online carece de guión, tiene un presupuesto bajo y es amateur, la plataforma se ha convertido en una aliada para muchas trabajadoras sexuales.

    Para ver el contenido de un creador, tienes que abrir una cuenta en la aplicación y seguirle. La tipología de contenido y los precios dependen de cada uno: hay cuentas con mensualidades fijas, otras que tienen publicaciones que se desbloquean con pagos y existe el sistema de propinas con el que enviar dinero a cambio de ciertos contenidos. También existe un sistema de promociones en el que los creadores ofrecen descuentos en sus suscripciones mensuales. El importe de la suscripción puede oscilar entre los 4,99 y los 49,99 dólares.

    ¿Empoderamiento o mercantilización?

    Muchos se preguntan hasta qué punto OnlyFans es una herramienta empoderadora o si no se basa en mercantilizar el cuerpo. Mariona Gabarra, sexóloga de Gleeden, lo tiene claro. “Mercantiliza el cuerpo femenino. Es una prostitución encubierta. Hay mil maneras de empoderar a las mujeres. Cuando queremos cambiar algo, el ser humano tiende al extremismo, y sin duda este es uno de los extremos del empoderamiento femenino que no es positivo. Tú decides sobre tu cuerpo y si quieres negociar con él, pero eso no es empoderamiento. Consiste en mermar tus valores sobre tu cuerpo. ¿Qué lo estás decidiendo tú? Me pregunto hasta qué punto…”.

    "Es peligroso asumir que elegimos qué hacer con nuestro cuerpo sin analizar qué hay detrás"

    “OnlyFans se ha convertido en una forma fácil de ganar dinero. Se ofrece un servicio de suscripción que deja a los que pagan acceder a determinados contenidos, muchos de ellos de carácter sexual. Al final es otro canal más, que permite comerciar con los cuerpos, pero sobre todo con los cuerpos de mujeres. Y es aquí donde entra en juego el famoso mito de la libre elección. Se ha intentado identificar esa supuesta libertad de decisión sobre nuestros cuerpos con una libertad real. Es peligroso asumir que elegimos libremente qué hacer con nuestro cuerpo o nuestra sexualidad sin analizar qué hay detrás de esa supuesta libertad de decisión. Las motivaciones que llevan a que una mujer decida vender contenido erótico no se pueden explicar solo con un “lo hace porque quiere y quiere dinero fácil”. El sistema es el que nos hace creer que vender tu sexualidad es una forma más de ganarse la vida”, dice Rosa Navarro, sexóloga de la marca erótica Diversual.

    onlyfans
    Libertad sexual
    Innocenti & LeeGetty Images

    “Además, choca bastante ese mensaje cuando seguimos en una sociedad en la que la libertad de las mujeres sigue siendo vulnerada día tras día. No somos capaces de garantizar derechos mínimos, pero sí algo tan prescindible y cuestionable como vender tu cuerpo. Por eso, no es extraño que los mayores defensores de este tipo de “nuevas libertades” sean aquellos a los que les sigue viniendo bien que un cuerpo se pueda comprar como quien compra ropa o comida”, señala.

    Experta en cultura pop, escribe sobre temas relacionados con estilo de vida y cultura desde una óptica feminista.
    Publicidad - Sigue leyendo debajo