He probado el ayuno terapéutico o la 'dieta del alma' de la clínica Buchinger

¿Te atreverías a ayunar durante diez días para mejorar tu salud, perder peso o prevenir una enfermedad?

midsection of young woman holding water bottle by glass window at home
Eva Blanco / EyeEmGetty Images

    En la clínica Buchinger Wilhelmi dejar de comer alimentos sólidos durante un tiempo determinado y bajo supervisión médica se convierte en una experiencia tan enriquecedora que el hambre físico da paso a la “dieta del alma”.

    cortesía buchinger
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    Un reciente estudio chino sobre el envejecimiento cognitivo, en el que se ha seguido a30.000 personas mayores de 60 años durante 10 años, ha confirmado de forma empírica que hay 6 factores principales que contribuyen en la preservación de la memoria. El primero está relacionado con llevar una dieta saludable y el segundo, con el ejercicio cognitivo; les siguen la actividad física, el contacto social, no fumar y no beber alcohol.Pero se prioriza la dieta saludable como factor protector de la memoria. Justo estos factores son aspectos fundamentales en la Clínica Buchinger Wilhelmi, donde el ayuno terapéutico incluye tres dimensiones: la médico-física, la inspiracional y la convivencia con personas de diferentes lugares del mundo que deciden hacer ayuno en el mismo espacio y al mismo tiempo.

    Y es que nuestra relación con la alimentación ha cambiado mucho en los últimos tiempos, el objetivo al seguir una dieta no es (solo) perder peso, sino sentirte bien, ser más consciente de lo que ingieres y, por supuesto, mejorar la salud… Y en el caso de realizar un ayuno terapéutico, incluso, vivir una experiencia reveladora en la que descubrir más de lo esperado y reconectar con uno mismo.

    Aunque muchos pensarán que el plan de “recluirse” en una clínica de ayuno terapéutico durante, al menos, diez días no resulta muy seductor… Nada más lejos de una realidad sorprendente que solo se puede vivir desde dentro. La Buchinger no es un hotel, pero tampoco es un centro hospitalario al uso. Hay médicos, nutricionistas, terapeutas y enfermeras, pero también instructores de yoga, profesores de pintura, chefs… Se trata de un lugar único donde cada persona disfruta de una manera diferente. En definitiva, la única forma de descubrir este concepto, que yo tuve la suerte de experimentar, es desde dentro.

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    “Tal vez el ayuno sea una de las últimas aventuras que nos queden por vivir, decía uno de mis tíos”, me cuenta Katharina Rohrer-Zaiser, directora de la clínica de Marbella junto a su primo Víctor Wilhelmi, ambos miembros de la cuarta generación de la familia Buchinger Wilhelmi y descendientes de Otto Buchinger, el médico creador del método y quien en 1953 abrió la primera clínica en Alemania, a orillas del lagoConstanza. Otto sufrió una grave enfermedad reumática que le dejó incapacitado por lo que decidió someterse a una cura de ayuno durante 19 días lo que, sorprendentemente, le llevó a una completa recuperación.

    Pero ¿cómo funciona el ayuno en nuestro organismo? Al abstenernos de ingerir alimentos sólidos tiene lugar la autofagia, es decir, vivimos de las reservas naturales de grasa de nuestro cuerpo, lo que restaura la salud y previene procesos de envejecimiento celular. El metabolismo entra en el denominado estado de cetosis, con efectos positivos como la reducción del dolor, la pérdida de peso, rebaja del colesterol y los lípidos en sangre… Y con efectos positivos también para la mente, sorprendentemente, pasado un primer periodo de adaptación metabólica, el ayunante se siente lleno de energía, más sensible y muy creativo.

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    La clínica de Marbella, que en 2023 cumple 50 años, está ubicada en una urbanización con vistas a un mar que, en los días claros, incluso deja ver las costas de África. Rodeada por un frondoso jardín de altas palmeras, ya el entorno es un regalo. Lo primero que te recibe al llegar es el edificio principal, con una decoración sosegada y funcional, que se integra a la perfección en el paisaje mediterráneo. Esta casa -la primera- alberga dos comedores, uno para ayunantes -que además es un espacio de encuentro, con zonas para la lectura y el descanso-, y otro para los huéspedes que siguen una dieta ovolactovegetariana. El ayuno requiere una estancia mínima de 10 días, me dice Katharina, de los cuales uno de ellos es de preparación y 3 son de readaptación. Aunque también se puede visitar la clínica en modo dieta, incluso, solo durante un fin de semana.

    En el edificio principal se encuentran también las habitaciones individuales -a la Buchinger se recomienda ir solo para disfrutar de la experiencia de un modo conscientey sin condicionantes- y la zona de masajes terapéuticos, así como un espacio fitness, piscina, gimnasio, spa… Con el tiempo se añadió otro edificio anexo, Villa María, en honor a la hija de Otto y directora de la clínica durante años. Allí hay cuatro magníficas suites (que, seguro, han albergado a más de un famoso) y el resto son habitaciones dobles… para los que sí quieran ir acompañados. Recientemente el complejo se amplió con otro edificio más, Antares. Denominado Casa de Inspiración, allí los huéspedes/pacientes pueden recibir tratamientos de belleza, disfrutar de momentos de relax y fomentar su creatividad en un entorno de calma y belleza.

    Infusiones, caldos, sopas y mucha agua, dos litros como mínimo al día, forman parte del ritual de los ayunantes; por eso, en cada rincón de cada edificio encuentras fuentes y botellas que te facilitan y recuerdan el cumplimiento de este trámite innegociable.

    Pero no olvidemos que estamos en una clínica: de los 220 trabajadores unos 80 son médicos, enfermeras y terapeutas, y en cada una de las plantas de los dos edificios de habitaciones hay una enfermera de guardia que cada mañana realiza una pequeña revisión a los ayunantes. El equipo médico también hace un seguimiento exhaustivo de los huéspedes, con analíticas y consultas frecuentes, y aprueba o no la dieta o el ayuno en cada caso dependiendo de la condición física, posibles enfermedades, etc. Además, como nos explica el doctor Younes Regragui, director médico de Buchinger y especialista en microbiota, uno de los objetivos principales de la terapia de ayuno es la prevención, realizar una especie de reseteo durante unos días que nos garantice una mejora de nuestra salud, sea cual sea nuestra edad o condición física.

    Y es que, muy al contrario de lo que se pueda pensar, durante mi estancia no me he cruzado apenas con personas con sobrepeso. La edad media, que ha bajado en los últimos años, ronda los 55, aunque también hay pacientes mayores y más jóvenes, de diversas nacionalidades, con mayoría de europeos, quienes, tras un tiempo en comunidad, componen un grupo variopinto que resulta entrañable.

    Al llegar lo primero que piensas es: mi mente solo estará ocupada en la necesidad de comer, pero… nada más lejos de la realidad. Cada semana organizan un extenso programa de actividades que incluye desde caminatas por la playa o la montaña hasta visitas turísticas a las localidades cercanas. Aunque no hace falta salir del exquisito complejo para entretenerse. La clínica cuenta con taller de arte, un espacio fitness donde realizar desde gimnasia hasta yoga o meditación, pista de tenis, piscina, spa…, incluso, sala de cine.

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    Al final te centras tanto en tus necesidades que, sin darte cuenta, has conseguido uno de los objetivos del programa: mejorar no solo por fuera si no por dentro, focalizar y reiniciar para continuar después tu camino de una forma más serena. Llegas a:“Redescubrir lo bien que te sientes con poco: no comes, no bebes alcohol, no a sales a cenar. Vuelves a lo básico”, añade Katherina.

    Para mí se resume en disfrutar de un ejercicio de sano egoísmo en el que el único protagonista de cada día eres tú. La experiencia te cambia no solo porque al salir te sientes más ligero, centrado, descansado… Te obliga a escuchar a tu cuerpo y sus necesidades, y no te extrañes si al volver a casa, ¡ay qué dura es la vuelta!, incluso, tomes algunas decisiones importantes y eches de menos a algún nuevo amigo o amiga del alma…

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    Información práctica

    Lo primero es ubicarse, como he comentado antes, el complejo cuenta con varios edificios y necesitarás un tiempo para orientarte. No hay problema, al llegar te darán un plano y toda la información necesaria por escrito y te indicarán en qué edificio se realizan las actividades incluidas en la estancia que están programadas cada día, sin necesidad de apuntarte o decir que vas. Además, cada mañana podrás reservar todo tipo de tratamientos y terapias, masajes, fisioterapia, tratamientos de belleza… que deberás abonar aparte, y que podrás reservar cada mañana en los mostradores de planificación.- En Buchinger prima la comodidad, por eso siéntete libre de llevar ropa confortable, que no te moleste y que te permita realizar actividades en el exterior o en el gimnasio, dar largos paseos o, sencillamente, tumbarte en una hamaca del jardín para leer o tomar el sol.- Por supuesto, el albornoz va a ser tu fiel compañero… tal vez te parezca raro, pero vas a usarlo también fuera de tu habitación, y mucho… créeme.- Te harás adicto a la bolsa que encontrarás en tu cuarto y que te permitirá llevar la toalla o la botella de agua, que seguro, te resultarán indispensables cuando vayas de uno a otro edificio.- Sí, podrás llevar tu teléfono móvil, incluso tu portátil, pero su uso está limitado a zonas específicas, mejor en la intimidad de tu habitación para no interferir en el ambiente de recogimiento que se respira en todo el complejo… En cuanto a otras adicciones como el tabaco, está permitido fumar, pero exclusivamente en un espacio al aire libre que está reservado para ello y, por supuesto, nunca en la habitación ni en los espacios comunes, como en cualquier otro establecimiento turístico.- Ah y por supuesto, vas a conocer a mucha gente interesante, huéspedes que vienen de todos los lugares del mundo a disfrutar de una experiencia única (algunos ya la han vivido en la clínica de Alemania y quieren descubrir el enfoque marbellí…) y que están en un momento especial que les hace más receptivos y comunicativos. Es impresionante el ambiente tan cordial y entrañable que se respira en la clínica, con grupos variopintos de diferentes edades y nacionalidades. No desaproveches esa circunstancia especial, que te hará aún más grata la estancia.

    Tratamientos que yo probé

    Son muchas las terapias y tratamientos que se pueden disfrutar en la clínica, desde medicina en diversas especialidades, psicoterapia y coaching hasta tratamientos físicos y de belleza. Yo tuve la ocasión de probar algunos:

    - Masaje subacuático: recién descubierto por los deportistas para aliviar las contracturas y tratar las capas musculares profundas, a las que se accede de forma más efectiva que con el masaje manual. En una bañera, el terapeuta te masajea con un chorro de agua de agua, a una presión y distancia controladas, que actúa sobre los músculos y el tejido conjuntivo de todo el cuerpo.

    - Shiatsu: no lo había probado nunca y me gustó muchísimo. Con ropa cómoda y sobre un futón en el suelo, el masajista ejerce sobre tu cuerpo una presión con los dedos en diferentes puntos. Estimula el flujo de energía y favorece el equilibrio mediante presiones suaves que actúan sobre los puntos energéticos, denominados meridianos en acupuntura. También se realizan suaves estiramientos de forma que se trata el cuerpo en su totalidad y en puntos concretos según cada paciente.

    - Lifting facial japonés: basado en técnicas orientales milenarias, consiste en un masaje facial a base de movimientos rápidos y con ritmo: golpeteos, amasamientos, fricciones y digitopuntura, que trabajan los flujos de presión en diferentes zonas del rostro. Con esta técnica se estimulan los nervios faciales, se aumenta la circulación sanguínea y se eliminan toxinas e impurezas. Una pequeña paliza de 50 minutos que vas a agradecer por la cara.

    - Ritual casa de la inspiración: una delicia que va más allá de un tratamiento de belleza y con una duración de ¡70 minutos! Consiste en una envoltura de sales del Himalaya, rica en minerales esenciales, y que tiene acción purificante y de limpieza intensa. Para terminar se lleva a cabo un placentero masaje con piedras de sal. Ideal para reponer energías y desintoxicar la piel.

    Y si lo quiero hacer en casa…

    Muchos ayunantes sienten la necesidad de repetir la experiencia en casa, y pensando en ellos Buchinger Wilhelmi ha creado una caja que se basa en su programa de la clínica,pero que está diseñada para realizar un ayuno a domicilio durante cinco días. La caja incluye todo lo necesario para alimentarte durante ese periodo: sopas, humus, miel, complementos minerales, aceites y esencias, y también otros elementos prácticos para anotar los datos de tu evolución día a día. Llevarlo a cabo es muy fácil ya que contiene una guía súper práctica con códigos qr que te llevan a vídeos explicativos que resolverán todas tus dudas de mano de los especialistas. Se recomienda llevarlo a cabo bajo supervisión médica. Eso sí, la fuerza de voluntad, la pones tú.

    La Box de ayuno se puede adquirir en su tienda online y cuesta 199 euros.

    cortesía buchinger
    D.R.
    Redactora jefe de Men's Health, Women's Health y Runner's World.
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