Por qué ver la tele y mirar el móvil a la vez es perjudicial para nosotros

Una curiosa variedad de FOMO que fragmenta nuestra atención.

usa, new jersey, couple sitting in living room, using laptop and cell phone
Tetra ImagesGetty Images

    Según los datos del último barómetro Barómetro TV-OTT, realizado por la empresa Barlovento Comunicación en febrero de este año, un 56,5% de los encuestados utiliza el teléfono móvil mientras ve la televisión, un 17,8% usa el ordenador, un 17,5% utiliza la tableta y un 3,3% escucha la radio.

    Casi sería mejor fijarse en el punto de vista contrario, solo 3 de cada 10 personas asegura no usar otros dispositivos electrónicos mientras ve la televisión. "Estamos en un entorno en el que se ha consolidado mucho la multitarea, por el famoso fear of missing out (FOMO)”, afirma Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. “Tenemos miedo a que, en el lapso de un visionado, nos perdamos algo importante. Además tener el móvil nos da acceso a una conversación paralela, a modo de segunda pantalla”.

    Por otro lado está la posibilidad de aprovechar aún más el tiempo con otras actividades. “Nuestro cerebro tiene la capacidad de atender estímulos simultáneos”, afirma Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Educación y Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). “Tenemos menos paciencia; los minutos en los que el programa televisivo no nos distrae o no da respuesta a nuestras necesidades, elegimos no esperar y sabemos que la tecnología nos permite aprovechar más el tiempo, nos permite comunicarnos con personas, estar informados, distraernos o consumir”.

    ¿Qué efecto tiene esta actividad en nosotros?

    El covisionado es ya un hecho cotidiano y, de hecho, muchas plataformas de streaming ya asumen que se produce este fenómeno de atención dividida. Muchas de ellas, dedican sus esfuerzos no solo a la producción de contenido, sino también a impulsar temas de conversación en redes sociales que generan actividad y resonancia que acabe beneficiando a la promoción de sus contenidos.

    Pero no por estar tan extendido, el comisionado deja de tener sus peligros. Según Cabero, “El covisionado cumple su función y tiene su utilidad, aunque nos limita la experiencia de estar presentes en el ahora y en el aquí y nos priva de la experiencia de aburrirnos, que es de gran utilidad para despertar la creatividad”.

    ¿A quién afecta más la atención dividida?

    Los más afectados por el fenómeno del covisionado son los jóvenes, especialmente las mujeres, mientras que los mayores de 55 años son los menos afectados. Este sesgo demográfico se debe en parte a que los adultos mayores están más acostumbrados a una experiencia lineal sin interrupciones.

    Los jóvenes, por otro lado, tienen una mayor capacidad de atención y pueden manejar mejor el uso simultáneo de múltiples dispositivos. En concreto, según datos del estudio, el 72% de los jóvenes de 18 a 24 años usan el móvil mientras ven la televisión. Un número que se reduce un poco entre los 25 y 34 años, quedándose en un 67%.

    "Las edades más jóvenes tienen una mayor capacidad atencional del cerebro y es probable que esto les facilite poder simultanear el uso de pantallas y de información; en cambio, las edades más avanzadas no tienen un histórico de covisionado que haga natural ese estilo de uso de dispositivos", afirma Cabero. Los mayores de 55 tienen la tasa más alta de no covisionado, con un 39%.

    Juanjo es experto en cultura y lifestyle, con un foco especial en el impacto que internet y las redes sociales están teniendo en nuestra sociedad y en el mundo.
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