Dolor en las ingles al correr: causas y cómo tratarlo

Tanto si se trata de un dolor punzante como si es leve pero continuado, el dolor de ingles al correr debe tratarse adecuadamente porque puede deberse a una lesión seria.

dolor de ingles
Stefania Pelfini, La Waziya PhotographyGetty Images

    Puede que alguna vez, al correr, notes un dolor en la ingle. Puede ser más punzante, que lo sientas inmediatamente después de un esfuerzo o se puede manifestar gradualmente en un período de semanas o incluso meses. Puede que no sea demasiado agudo y lo dejes pasar, pero no deberías, ya que suele empeorar con el uso continuo de la zona lesionada. Por eso es muy importante, cuando sientas un dolor, aunque sea leve, en cualquier zona del cuerpo, no solo en la ingle, acudir al fisioterapeuta. No temas perder la forma física, porque hay formas de entrenar incluso cuando sufres una lesión.

    El dolor en las ingles al correr suele ser causado por una distensión o un desgarro repentino de un músculo, tendón o ligamento. Es relativamente frecuente entre deportistas que practican deportes multidireccionales, es decir, en el que tienen que cambiar de dirección de forma muy rápida y eficiente, como el fútbol, el esquí de fondo o el baloncesto. Pero también se puede dar en corredores, sobre todo se da en velocistas, pero también en cualquier atleta que haya entrenado sin realizar un calentamiento previo.

    Aunque los hombres suelen sufrir desgarro inguinal más a menudo que las mujeres, nosotras, además de por lesión deportiva, podemos sentir dolor en la ingle debido a otras causas como varices, lesiones o problemas de articulación como osteoartritis.

    jugador de fútbol lesionado
    Los deportes en los que hay que cambiar de dirección de forma muy rápida, como el fútbol, sn los que más producen lesiones inguinales.
    SDI ProductionsGetty Images


    Tipos de dolor en la ingle según su origen y su irradiación

    La ingle es una zona del cuerpo que puede sufrir diferentes tipos de lesiones. Algunas de estas lesiones pueden ocurrir de manera aguda, como cuando se recibe un golpe directo, se sufre una lesión punzante o una caída, o cuando la pierna se dobla en una posición anormal. En estos casos, es posible que se produzca una distensión muscular o desgarro, lo que puede generar dolor repentino, hinchazón y moratones. Sin embargo, hay ocasiones en que estos síntomas no aparecen hasta unos días después de la lesión.

    • Dolor en la ingle relacionado con los aductores: este tipo de dolor se siente en la zona de inserción de los aductores en el pubis y suele irradiarse hacia la parte interna del muslo delantero. Este dolor puede aparecer en deportes que requieren cambios de dirección bruscos.
    • Dolor en la ingle relacionado con el músculo iliopsoas: en comparación con el dolor generado por los aductores, este dolor se siente más en la parte lateral de la ingle.
    • Dolor en la ingle derivado de la zona inguinal: en este caso, el dolor se concentra en la zona inguinal y se puede sentir al sentarse, estornudar o toser. El dolor empeora con la actividad física y puede estar causado por una hernia inguinal.
    • Dolor en la ingle derivado de la zona púbica: es lo que se conoce como pubalgia, una lesión que puede afectar a atletas y personas que practican deportes de alto impacto o actividades que requieren movimientos bruscos y repetitivos.
    • Dolor en la ingle relacionado con la cadera: este tipo de dolor es más probable cuando se presentan síntomas como el bloqueo de la cadera, pinzamientos y chasquidos. Suele estar relacionado con el síndrome de pinzamiento femoroacetabular o la artrosis.
    • Dolor en la ingle relacionado con disfunción de la articulación sacroilíaca.
    • Dolor en la ingle relacionado con disfunciones lumbares.
      ilustración comceptual de dolor inguinal
      SEBASTIAN KAULITZKI/SCIENCE PHOTO LIBRARYGetty Images

      Tratamiento para el dolor de ingles

      Si se siente dolor o molestias en la zona inguinal, es importante consultar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuado. En algunos casos, se puede requerir terapia física y/o medicamentos para reducir la inflamación y el dolor. El tratamiento del dolor en la ingle dependerá de la causa subyacente. Algunos tratamientos comunes son:

      • Reposo y fisioterapia: para lesiones leves o moderadas, el reposo y la fisioterapia pueden ser suficientes para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
      • Medicamentos: los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
      • Terapia de ondas de choque: este tratamiento consiste en ondas de sonido de alta energía que se aplican en la zona afectada, lo que puede ayudar a estimular la curación.
      • Inyecciones: en algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides o anestésicos locales en la zona afectada para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
      • Cirugía: en casos graves, como una hernia inguinal o una fractura, la cirugía puede ser necesaria para corregir el problema.

        Es importante buscar atención médica si el dolor en la ingle es intenso, persistente o interfiere con las actividades diarias. El tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir complicaciones a largo plazo.

        fisioterapeuta con un paciente
        FG Trade LatinGetty Images

        Prevención del dolor de ingles

        A continuación te presento algunas medidas que puedes tomar para prevenir la pubalgia y otras lesiones de la zona inguinal:

        • Realizar un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.
        • Realizar ejercicios de estiramiento para los músculos de la cadera, los aductores, los isquiotibiales y los glúteos.
        • Fortalecer los músculos abdominales y lumbares. Esto ayudará a mantener una buena postura y a reducir la carga en la pelvis.
        • Graduar la intensidad y la duración del entrenamiento. Es importante aumentar gradualmente la intensidad y duración de la actividad física, evitando cambios bruscos.
        • Evitar los movimientos bruscos y repentinos. La pubalgia es causada por el estrés repetitivo en la zona, por lo que debes evitar los movimientos bruscos que puedan provocar sobrecarga.
        • Utilizar calzado y ropa adecuada. Es importante utilizar calzado y ropa adecuada para la actividad que se va a realizar. El calzado debe proporcionar una buena amortiguación y sujeción, y la ropa debe ser cómoda y no limitar los movimientos.
        • Descansar adecuadamente. Es importante permitir que el cuerpo descanse y se recupere después de una actividad física intensa. De esta manera, se evitará la acumulación de estrés en la zona y se reducirá el riesgo de lesiones.
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          Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición.
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