Las siestas no deben durar más de 30 minutos por una cuestión de salud

Una investigación estudia los efectos en una parte de la población de Murcia en función del tiempo de descanso.


    Uno de los mayores placeres de los españoles que pueden permitírselo es la siesta a mitad de día. A algunos les supone una buena manera de desconectar y a otros les ayuda a recuperar algo de energía tras una mala noche, aunque todos deberían poner la alarma para evitar superar los 30 minutos dormidos.

    ¿Por qué no hay que dormir más de media hora? La razón procede de una investigación realizada con más de 3.200 residentes de la región de Murcia en que se han analizado sus hábitos de descanso junto con sus parámetros sobre salud, lo que ha llevado a deducir que hay un límite de tiempo recomendado para dormir la siesta.

    Según el estudio publicado en la revista científica Obesity, las siestas de más de 30 minutos suponen una mayor probabilidad de un aumento del índice de masa corporal, mayor presión sanguínea y una serie de factores que combinados elevan el riesgo de desarrollar obesidad, diabetes y otros trastornos para la salud. En cambio, entre quienes se acostaron menos de media hora no se observó este riesgo provocado por el metabolismo, según demostraron los números de las mediciones de circunferencia de la cintura, niveles de glucosa en ayunas, presión arterial sistólica y presión arterial diastólica.

    Los investigadores han observado que el tiempo no es el único factor determinante. De hecho, han comprobado que los hábitos de las personas que duermen más tiempo en las siestas también suelen seguir unas costumbres más relacionadas con el sobrepeso y la obesidad: menos horas de sueño nocturno, horarios de comidas desequilibrados o energía insuficiente ingerida en el almuerzo. También hay más fumadores entre quienes se acuestan más tiempo en mitad del día.

    Otro de los problemas de dormir más de media hora es que los individuos avanzan en su ciclo circadiano y entrar en fases de sueño más profundo, lo que perjudicará tanto a sus funciones cognitivas como a su aparente descanso. Según el informe, esto puede "forzar a sentirse mal al despertar y, al meno transitoriamente, incluso con mayor sensación provisional de somnolencia".

    un hombre duerme la siesta en el sofá
    Mahmud013Getty Images

    Dormir la siesta no es malo

    Por otra parte, lo que han aclarado los científicos es que esto no supone que dormir durante el día sea desaconsejable. "Pueden ser recomendables en la población mediterránea porque los datos actuales han mostrado que hay más gente que se siente bien después de echarse una pequeña siesta", explican en sus conclusiones.

    De hecho, recuerdan que estudios precedentes han apuntado "un importante papel para la restaurar las funciones corporales", una mejora de la capacidad de reacción durante el resto del día y una mejora de la capacidad mnemotécnica gracias a la pausa para el cerebro cuando las siestas no se prolongaban más de 30 minutos.

    Javier escribe reportajes y noticias relacionadas con la investigación científica, la salud, la nutrición, los deportes, la psicología y la tecnología.
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